Condés expone una colorista colección de esculturas y collages en el Gran Teatro

Condés, que se considera “paisajista de toda la vida”, deja ver con esta nueva exposición en su querido Manzanares, compuesta por esculturas y collages, la pasión y el amor que siente por el arte, incluyendo en cada obra una explosión de diferentes colores y luces.

En su veintena de collages, el mar o la mar junto a diferentes paisajes y sus bodegones cobran protagonismo. El visitante que acuda a ver su obra en el Gran Teatro, podrá realizar un viaje imaginario al barrio madrileño donde reside el pintor manzanareño, así como las ciudades andaluzas de Ronda o Granada, pasando por las alborotadas marismas del Huelva en primavera o las aguas bravas de Gijón y San Sebastián.

Condés no quiere hacer apología de ecologismo, pero sí es una persona, que como él mismo dice, está concienciada en que “el agua es vida” y, sobre todo, con la importancia que debe tener en todos y todas una utilización responsable, para que, en un futuro nuestros jóvenes tengan este legado vital.

También el artista manzanareño, “Made in La Mancha como el queso y el vino”, no ha querido pasar por alto algunos de sus viajes, plasmándolos en sus collages. Por ello, podemos ver un trabajo con una inundada y conocida Plaza de San Marcos en Venecia, así como las ciudades estadounidenses de Filadelfia y Nueva York.

El artista manzanareño dijo que esta exposición es un “punto y aparte” a las realizadas anteriormente. Para crear sus collages, utiliza todo tipo de materiales desde papel de periódico, pasando por maderas, telas, gasas, entre otros. Todos estos elementos son ensamblados, dando lugar a una colorista y viva muestra.

Igualmente, junto a la veintena de collages, quien visite la exposición de Condés en el Gran Teatro, encontrará una divertida, original y llamativa muestra de esculturas. En esta ocasión, el artista manzanareño ha utilizado marcos de cuadros de deshecho para hacer cada una de ellas.

Con esta muestra escultórica, Condés se vuelve “un poco niño”, esculpiendo y encajando piezas que emulan aquellas construcciones que todos hemos realizado en nuestra infancia. También nos remonta a nuestra niñez con pajaritas, tortugas, saltamontes, entre otras obras singulares.

El artista manzanareño, que reside en Madrid desde hace más de treinta años, intenta mantener un estrecho vínculo con su ciudad natal y sus paisanos, motivo por el cual procura regresar a menudo y mostrar su obra en algunas de las salas existentes en Manzanares. La última vez que expuso en esta localidad fue hace unos “cuantos años” y, en este sentido y a pesar de los nervios que le produce preparar y trasladar sus trabajos, manifestó sentirse muy a gusto en la sala de exposiciones del Gran Teatro.

Según Condés, los últimos cinco años los ha dedicado en exclusiva a preparar la colección de esculturas y collages que, hasta finales de abril, está mostrando en Manzanares. Sin embargo, su mente ya está creando ideas nuevas y posiblemente la próxima colección llena de luz y color.