Brillante y emotivo final de gira de Pasión Vega en el Gran Teatro

La gira de presentación de "Flaca de Amor", último trabajo discográfico de Pasión Vega, concluyó el sábado en Manzanares con un gran concierto y una exquisita puesta en escena. La cantante supo resarcir al público que llenó el Gran Teatro de las dos veces anteriores en las que estaba anunciada su actuación y que por diversos motivos fueron suspendidas, entregándose en cuerpo y alma desde el primer momento.

La artista malagueña, que estuvo arropada por un equipo de instrumentistas de alto nivel dirigidos por el pianista Jacob Sureda, inició el concierto con la canción "De tripas corazón" y a continuación se dirigió a los espectadores para agradecer la constancia y la fidelidad que le muestran, así como para expresar sus sentimiento de tristeza por finalizar la gira, pero a la vez alegría por hacerlo en Manzanares.

Durante casi dos horas y sin descanso, Pasión Vega ofreció una larga lista de canciones pertenecientes a su último álbum como "Miénteme", "Flaca de Amor", "Teresa", "Curro Agujetas", "El Viajero", "Calle del Almíbar", "Tan poquita cosa" o "Bocas" de la que hizo una breve introducción recitando algunos versos de su letra. Pero también deleitó a los asistentes con otros éxitos correspondientes a discos anteriores como "Lunares" y "Lejos de Lisboa" con la que lució graciosamente un precioso mantón a juego con el vestido.

Inmersa en un fantástico ambiente de luces, efectos visuales, decorado y escenografía exquisita, Pasión Vega, que lució dos trajes a lo largo del concierto, hizo un guiño a la más grande de la copla de todos los tiempos, Concha Piquer, interpretando "Ojos Verdes" al lado de un baúl arrancando una gran ovación al público que quedó rendido ante su voz y su presencia que llenaba el escenario.

También brindó un pequeño homenaje al siempre recordado Carlos Cano con "Habaneras de Cádiz" invitando al público a participar en los estribillos y con palmas. Las anécdotas formaron parte en varios momentos del espectáculo destacando la interpretación a capella de algunos fragmentos de canciones con los que demostró su calidad vocal, o la irrupción de un espontáneo que se levantó de su asiento para acercarse al escenario y regalarle su sombrero como muestra de admiración.

Pasión Vega, que entre canción y canción presentó a todos los músicos que la acompañaron en la gira, despidió el concierto visiblemente emocionada y con lágrimas en los ojos, interpretando "Malagueña". Pero los intensos aplausos del público reclamaron más y la artista no se pudo negar y ofreció la entrañable "Lucía", de Joan Manuel Serrat, y la no menos conocida "María se bebe las calles" del álbum anterior "Banderas de Nadie".