El B.M.Manzanares gano al B.M.Miansa Excavaciones Daimiel por un ajustado marcador de 29-23

29 BM MANZANARES (14+15): Carlos, Masca, Pocho (1), Francisco J., Alberto Peco (7), Moncho, (4), Cotillo, Gerardo (1), Isaac (2), Kata, Raúl, del Rey (1), Chema (11), Mao (2).

Entrenador: Francisco J. Simón

23 MIANSA ESCAVACIONES DAIMIEL(13+10); Rafael, Mohamed, Lázaro (1 gol), Ramón, Daniel (3 goles), Alberto, Miguel Torres (7 goles), Honrado (4 goles), Toribio, León (5 goles), Carlos (2 goles), Ignacio (1 gol).

Entrenador: Juan F. Cortés

ARBITRO. : Sres. Sorín y González. Amonestaron a Cotillo, Moncho e Isaac parte local y a Miguel Torres, León y Peñasco por parte visitante. También excluyeron a Mao, Moncho e Isaac por parte local y por parte visitante excluyeron a Hernández y León siendo descalificado directamente Ignacio.

Marcador cada 5 minutos: 3-2, 4-4, 8-6, 10-9, 12-11, 14-13 al descanso; 16-16, 18-19, 20-20, 23-20, 27-22, 29-23 Final.

Segunda jornada del Grupo 1 de la liga territorial senior masculina de la 2ª División Nacional.

BALONMANO MANZANARES 29 (14+15) MIANSA ESCAVACIONES DAIMIEL 23 (13+10)

PABELLÓN DEL NUEVO MANZANARES. 19:30 horas. Unos 150 espectadores.

Recibían los locales al BM Daimiel líder del Grupo. Un equipo que poco a poco le va poniendo las cosas muy difíciles a los demás equipos con los que se enfrenta. Contaban los daimileños con la presencia de Paco Romero, gran portero de balonmano, antiguo jugador del BM Puertollano de la primera división, que dejó muestras del refrán que dice que el que tuvo retuvo pues hizo un gran partido a pesar de los 29 goles encajados. .

Por otra parte se presentaron los locales ante su afición ya con su vestimenta oficial y con unas ganas enormes de agradar al público que presenciaba el encuentra en un gran número y que se va enganchando al carro del balonmano año tras año.

Primera mitad muy igualada entre ambos equipos, ninguno de ellos conseguía una renta de más de 2 goles. Los locales con una defensa 6:0 anularon tanto a los extremos como al pivote pero sin embargo el central, zurdo, conseguía transformar goles con demasiada facilidad ante la pasividad de los centrales. Esa fue la única pega de la defensa local el no control del central y su lento repliegue defensivo que dejaba opciones de 1x 0 en los primeros minutos de juego.

Aunque durante esta primera mitad casi siempre mandaban en el marcador los locales nunca conseguían marcharse en el electrónico de más de dos tantos. Las defensas se imponían a los ataques y los porteros a las defensas.

Casi al término de la primera mitad se produjo un echo lamentable que dejó mudo a todos los allí presentes: Cuando el jugador local Kata corría un contraataque con ligera ventaja respecto a los defensores, uno de estos cruzó su trayectoria con él desequilibrándolo lo que le produjo que cayera sobre su hombro. Tras una pequeña intervención a pie de pista tuvo que ser trasladado el Servicio de Urgencias del Hospital Virgen de Altagracia diagnosticándose fractura de clavícula. Tras el silencio sepulcral del Pabellón ante tan terrorífica entrada, todo el mundo expectante ante la reacción del jugador local que en un primer momento yacía inmóvil, un clamor popular se dejó oír al no descalificar los colegiados al jugador visitante, tan sólo lo excluyeron, y no dar el gol que consiguió. Creemos que este tipo de acciones no deben darse en los terrenos de juego pues a un jugador en el aire perfectamente orientado a portería no debe tocársele ni por detrás ni lateralmente porque los riesgos de lesiones graves son seguros. Pero si los colegiados no tienen claro que esa acción es mecedora de descalificación directa y tan sólo se atreven a excluirlo entonces también los árbitros tienen gran responsabilidad en el fomento indirecto de estas acciones.

Con un apretado 14-13 se llegó al final de la primera mitad todavía con la conmoción de la lesión sufrida por Kata y la indignación de todos.

Comenzaba la segunda mitad igual que la primera con alternancias en el marcador de 1 gol hasta el minuto 45. A partir de ese minuto los locales abrieron una brecha de 3 tantos que ya no hicieron sino aumentar. Y es que el extremo derecho local, Chema, con 11 tantos (uno tan solo de 7 m.) se echó el equipo a sus espaldas y conseguía batir a cada lanzamiento al enorme portero local clavándole incluso 3 vaselinas a pesar de sus 1,95 m. largos de altura. Si bien es verdad el equipo, que sabía que Chema estaba en racha, jugaba las superioridades numéricas para la zona derecha para dar esos 3 m. de anchura que éste jugador necesitaba para lanzar o bien fusilando al guardameta o bien haciendo lanzamientos de habilidad que demostró la gran riqueza tanto técnica como táctica de este pequeño pero gran jugador. Y cuando no era Chema era Alberto desde los 9 m. quien sorprendía en rápidos lanzamientos al meta daimileño.

Pero todo esto no hubiera sido suficiente de no haber sido por el ajuste defensivo que hizo Fran Simón en su equipo, siguió fiel a su 6:0, ajustó la profundidad de los centrales y de los laterales dependiendo del rival y ordenó el juego 1x2 de los exteriores.

En fin buen partido el disputado por los locales que supieron dar un golpe de mano al partido mediada la segunda mitad, sin ponerse nerviosos siendo pacientes confiados en que el momento llegaría. La nota triste del partido fue la lesión del jugador del B.M.Manzanares Kata, quien sufrió una rotura de clavícula, por cierto una lesión muy grave que le tendrá fuera de las canchas durante al menos dos meses. Desde este medio le deseamos lo mejor al joven y prometedor jugador manzanareño. Animo para Kata y que pronto te veamos en las canchas haciendo lo que te gusta que es jugar al balonmano.