“El beso de judas” retrata la hipocresía de la sociedad ante la homosexualidad

“El beso de judas” retrata la hipocresía de la sociedad ante la homosexualidad

La programación cultural de mayo en el Gran Teatro arrancó el sábado con la puesta en escena de “El beso de Judas”, una pieza teatral de David Hare que reivindica los derechos humanos ante una sociedad hipócrita. Con dirección de Miguel Narros y protagonizada por Joaquín Kremel, dando vida a Oscar Wilde, la representación fue muy aplaudida por el poco público que acudió al auditorio manzanareño.

Cultura. Espectáculos
13-05-2008

“El beso de Judas”, del autor inglés David Hare, protagonizada por Joaquín Kremel, Joan Ribó y Enrique Alcides, descubre al Oscar Wilde más romántico y frustrado, explorando los momentos más representativos de la vida del dramaturgo, en un viaje desde “el todo a la nada”, puesto en escena en dos actos que comienzan con el esplendor y terminan con la miseria.

El montaje teatral, que fue estrenado el 31 de agosto de 2007 en Avilés, y que llegó el sábado al Gran Teatro a través de la Red de Teatros de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Manzanares, reivindica los derechos humanos ante una sociedad hipócrita que tolera la homosexualidad pero no la acepta, según manifestaciones del director del montaje, Miguel Narros, al referirse a la temática principal del texto, que se refiere a “las presiones a las que el pueblo somete al hombre de hoy”, por lo que es una obra de actualidad, ya que tanto en la época de Wilde como en esta, “el homosexual no está comprendido”, dijo.

Sobre las tablas, se representa el hotel Cadogan, donde Oscar Wilde (Joaquín Kremel) y su amante Lord Alfred Douglas (Enrique Alcides) llevan cinco semanas hospedados. El marqués de Queensberry, dolido por los rumores que circulan por toda la ciudad sobre la relación entre su hijo Bosie y el dramaturgo irlandés, acusa a éste formalmente de sodomía. Todos quieren que Wilde se autoexilie, pero él prefiere quedarse en Inglaterra.

En el segundo acto, el escritor desciende a un mundo miserable y es encarcelado. Esa estremecedora y humillante estancia en prisión que destruye a Wilde para siempre, generó el poema más desolador de la historia de la literatura: “La balada de la cárcel de Reading”.

Tras más de dos horas de representación, el público que, pese a la desapacible tarde de sábado acudió al Gran Teatro de Manzanares, captó el mensaje de la obra de Hare y premió con intensos aplausos el trabajo de los actores y de la compañía en general.