El Ballet Imperial Ruso recibió el aplauso y la admiración del público en el Gran Teatro
El Ballet Imperial Ruso recibió el aplauso y la admiración del público en el Gran Teatro
El Ballet Imperial Ruso ofreció en Manzanares un excelente espectáculo de danza con la representación de Carmina Burana, Danzas Polovtsianas y Bolero. La alta calidad de los bailarines así como la originalidad de los montajes pusieron en pié al numeroso público que acudió el sábado al Gran Teatro.
La calidad de la programación cultural propuesta por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Manzanares para el mes de abril en el Gran Teatro quedó patente, una vez más el sábado, tras el éxito obtenido por el Ballet Imperial Ruso y la extraordinaria puesta en escena de los montajes de Carmina Burana, Danzas Polovtsianas y Bolero.
El espectáculo comenzó con la brillante cantata escénica "Carmina Burana", de Karl Orff, que desde su estreno en 1937 en Frankfurt ha paseado triunfalmente por todos los escenarios del mundo y empezó su nueva vida en versión coreográfica de Maya Murdmaa creada para el Ballet Imperial Ruso y estrenada en el escenario del Teatro Novaya Ópera de Moscú, en mayo de 2005.
En la segunda parte del espectáculo el cuerpo de baile interpretó las Danzas Polovtsianas, un acto de ballet de la famosa ópera “Príncipe Igor”. Son escenas coloristas de las danzas polovtsianas, donde contrastan la lírica femenina, la indomable fuerza masculina, y la rapidez y ligereza de la danza infantil. Todos los grupos gradualmente se introducen en un torbellino de danza frenética final.
El tercer montaje, Bolero, basado en la composición musical de Ravel, resultó el más espectacular por su originalidad, expresividad y modernidad. Este ballet fue creado por Nikolay Androsov especialmente para el Ballet Imperial Ruso y sus primeros solistas fueron Maya Plisetskaya y Gediminas Tarandá. “La música de Ravel es como una oración ya que primero a solas, casi en silencio, después más y más fuerte, a cada frase se van añadiendo nuevos instrumentos.
Durante más de dos horas y con dos tiempos de descanso para el cambio de vestuario y decorados, los bailarines y bailarinas del Ballet Imperial Ruso, bajo la dirección artística de Gediminas Tarandá, demostraron su valía artística y profesionalidad, avalada por los numerosos reconocimientos recibidos en los escenarios de todo el mundo. El público, que llenó el Gran Teatro, reconoció el extraordinario trabajo artístico y técnico de la famosa compañía puesto en pié al finalizar el espectáculo y con intensos aplausos.