Alto nivel y emotividad en el concierto sacro de la Banda “Julián Sánchez-Maroto”

Alto nivel y emotividad en el concierto sacro de la Banda “Julián Sánchez-Maroto”

El concierto sacro ofrecido el sábado en el Gran Teatro por la Banda de Música “Julián Sánchez-Maroto” volvió a poner de relieve el alto nivel alcanzado por esta entidad y resultó entrañable por el recuerdo al recientemente desaparecido músico Miguel Pérez. También quedó de manifiesto el apoyo de los músicos y del público al director, José Antonio Sánchez-Ballesteros, que recibió una fuerte ovación al presentar el “bis” de despedida.

Cultura. Música
19-03-2008

La marcha de procesión “Virgen y mártir”, compuesta hace dos años por el propio José Antonio Sánchez-Ballesteros y dedicada a Santa Filomena, sirvió de broche al concierto sacro de Semana Santa ofrecido por la Banda de Música “Julián Sánchez-Maroto”. Al presentarla, el autor y director de la banda quiso recordar a esta mártir para decir que “merece la pena morir de pie que vivir de rodillas”, momento en el que recibió una fuerte ovación de sus músicos y del público que se dio cita en el Gran Teatro.

Fue una muestra más de apoyo a quien desde hace unos meses, a instancias del Partido Popular, está en el centro del debate político municipal al respecto de su compatibilidad o no para coordinar la Escuela de Música “Guillermo Calero”.

Las circunstancias que afectan a Sánchez-Ballesteros no han mermado el trabajo diario que realiza la banda y muestra de ello la tuvimos en el concierto del sábado, en el que los músicos estuvieron a un altísimo nivel. La nota emotiva del acto estuvo al inicio cuando se recordó con un minuto de silencio al desaparecido Miguel Pérez Trujillo, antiguo componente de la banda y cuya dinastía continúa en ella a través de su hijo y de su nieto.

La obertura de “Los esclavos felices”, de Arriaga abrió la actuación, que incluyó el estreno para la banda del Concierto para trompeta de Haydn, con la participación como solista de Manuel Blanco Gómez-Limón, trompeta solista de la Orquesta Nacional de España y profesor de este instrumento en la Escuela de Música de Manzanares.

En la segunda parte, dedicada plenamente a la Semana Santa, se estrenó en el repertorio de la banda la marcha de procesión “Mater Dilectíssima, vivis in me”. También fueron interpretadas “Largo” de Haendel, la conocida “Madrugá” de Abel Moreno, “Lacrimosa” del Réquiem de Mozart y una versión de “La Saeta” de Serrat, con arreglos de Sánchez-Ballesteros y cantada en directo por Montse Camacho, con Rosario González-Mellado como clarinete principal.