El alcalde se pone a disposición de toda la ciudadanía ante cualquier problema

El primer edil de Manzanares manifestó que un pueblo nunca se termina de arreglar y que el alcalde o concejal que diga que hay poco que hacer “debe irse a su casa”. En base a esta afirmación, Miguel Ángel Pozas considera que en esta ciudad aún queda mucho por hacer y que él puede ser una persona con la cualificación y conocimientos suficientes como para seguir atendiendo y resolviendo los problemas. Por ello dijo que anunció en la asamblea del Partido Socialista su intención de volver a optar a la alcaldía en los próximos comicios municipales.

Pozas quiso matizar que renunció hace cuatro años a ser Secretario General del PSOE de Manzanares, y que lo que hizo con el anuncio de la última asamblea no fue ponerse a disposición del partido, sino decir que va a presentarse para intentar revalidar la alcaldía si la asamblea socialista le respalda primero y después lo hace la ciudadanía.

El alcalde manifestó que su compromiso político siempre pasa por Manzanares, habiendo descartado otras opciones que no permitieran compatibilizar la defensa de los intereses de su pueblo. “Mi opción está en Manzanares y si aceptara otra actividad, debería ser compatible con la alcaldía y la gestión de los intereses de mi pueblo”, manifestó Pozas.

Una vez despejada la incógnita de sus intenciones en 2011, Pozas, de 56 años, recordó anteriores declaraciones sobre su futuro político en las que dijo que su participación en la política activa debería tener un correlato con la edad de jubilación. Añadió que no sería razonable estar en política pasando esa edad y que tampoco tiene contrato como alcalde hasta los 65 años. “Mi contrato es hasta 2011 y entonces tendré que pasar otra reválida, primero en la asamblea de mi partido y, si ésta lo decide, ante la ciudadanía para renovar o no otros cuatro años”, declaró Pozas.

El mensaje que el alcalde de Manzanares transmitió a la ciudadanía es que si alguien aprecia relajo en el equipo de gobierno o en el personal municipal, o tiene algún tipo de problema, “no dude en acudir directamente a la alcaldía” a plantearlo. Al respecto recordó los carteles que el gobierno socialista puso en el Ayuntamiento cuando llegó al gobierno y que decían que ésta era su casa y donde podían defender sus derechos acudiendo directamente ante el alcalde.

Finalmente, y en nombre de toda la Corporación que preside, incluida la oposición, Miguel Ángel Pozas envío a la ciudadanía de Manzanares un deseo de paz, felicidad, salud, amor y cariño, con la esperanza de que el año 2009 y siguientes sean extraordinarios y pase la crisis cuanto antes para vivir con más calidad de vida.

Cuentas municipales saneadas

En otro orden de cosas, Miguel Ángel Pozas destacó la buena situación económica del Ayuntamiento de Manzanares, unas cuentas saneadas que, en su opinión, permitirán en los años de crisis que esta ciudad pueda afrontar mejor que otras sus problemas.

Además de las partidas destinadas a combatir el desempleo, destacó del presupuesto de 2009 las dedicadas a adquisición de material informático para implantar la administración electrónica, la compra de maquinaria para la Concejalía de Obras, el acondicionamiento de instalaciones deportivas, del mercado y centro ocupacional, y el medio millón de euros previsto para cofinanciar el tercer pabellón polideportivo, una instalación que todos los partidos llevaban en sus programas y con la que ahora no está de acuerdo la oposición.

También resaltó los dos millones de euros previstos para adecuación y mejora de infraestructuras viarias y los más de tres millones de remanente líquido de tesorería que se incorporarán en los próximos meses para ayuda al desempleo y mejora de vías públicas y caminos rurales.

Pozas también salió al paso de las críticas de la oposición en cuanto a que no se gasta el dinero presupuestado. Dijo que en unos casos es por el ahorro que se consigue en las contrataciones, del 23% en algunas obras; por la política de austeridad y el consiguiente ahorro en gastos superfluos; por que hay cosas proyectadas que no han podido terminarse y que se incorporan al siguiente presupuesto; o por obras contratadas pero que aún no se han ejecutado.