El alcalde expulsó a Del Río por apartarse del tema del debate, por digresiones y repeticiones
El alcalde expulsó a Del Río por apartarse del tema del debate, por digresiones y repeticiones
El alcalde de Manzanares expulsó del Pleno a la portavoz del Grupo Popular, María Luisa del Río, en aplicación del ROM por apartarse del tema del debate, por digresiones y también por reiteraciones. Los concejales populares acompañaron a su portavoz. Miguel Gómez del Pulgar pidió a Del Río que no abandonara su escaño hasta que la echara la policía.
La expulsión se produjo a renglón seguido de la segunda intervención de la portavoz popular, en la que, en un tono irónico y displicente cada vez más acalorado, volvió a repetir la argumentación legal de la primera sobre la concesión de las subvenciones, y en la que, además, acusó al alcalde de demagogo, de aplicar una política de apartheid, reivindicando para sí el derecho a plantear la oposición como estime oportuno Además de afirmar que ella y el alcalde están “muy igualaditos” y de decir que al primer edil le gustan los micrófonos más que a un conocido cantante, señaló que si el equipo de gobierno no cumple la ley en relación con las subvenciones es porque les gusta representar el papel de Reyes Magos. Una digresión sobre el número de mujeres paradas en Manzanares como comentario colateral a la fiesta del Día de la Mujer actuó de espoleta para que el alcalde aplicara el ROM. Antes, Del Río había hablado de los incumplimientos del alcalde en relación con la Ciudad del Transporte o el Parque Tecnológico.
Julián Nieva estimó que el tono “gracioso” de la portavoz popular no se correspondía con el tema que se estaba debatiendo. Con lenguaje sereno afirmó que el equipo de gobierno en cuestiones legales se deja guiar por las personas competentes, el interventor y el secretario, y que el PP no había encontrado ninguna irregularidad en las facturas Dijo que el alcalde, cuando interviene después de él, puede aportar todas las precisiones que considere oportunas.
Pozas por su parte reiteró que el Partido Popular no había aclarado si el Ayuntamiento paga a PRIDESA por agua no depurada y afirmó que “el canchondeíto con el alcalde” se había producido para no debatir temas que venían continuación, en referencia a la moción sobre la candidata del PP a la presidencia de la Junta, a declarar persona non grata en Manzanares si no se retracta de sus afirmaciones sobre el AVE. Señaló que habla lo que tiene que hablar y no porque le gusten los micrófonos; recordó que el PSOE ganó las elecciones con un buen margen de votos sobre el PP, pero que, una vez ganadas, gobierna para todos, y reiteró que se subvenciona a las asociaciones no por afinidades políticas sino para que cumplan con sus objetivos. De la segunda intervención de Del Río dijo que había estado plagada de “repeticiones y banalidades” porque “no hay madera”.
Recordó que acusarle de “apartheid” equivale a hablar de totalitarismo y de segregación de personas, una acusación que la oposición intenta hacer calar aplicando métodos hitlerianos de propaganda; pero que por mucho que se repita una mentira no por eso se convierte en verdad; señaló que es un ciudadano elegido alcalde por voluntad popular y no un dios de la legalidad: y dijo que a Nieva le había elegido portavoz todo el grupo socialistas.
El alcalde subrayó el afán intervencionista demostrado por los populares, supuestamente liberales, en relación con el campo de golf o las subvenciones a la asociación Sotomayor, plenamente justificadas. Tras aclarar que era preciso aprobar la Cuenta General para enviarla al Tribunal de Cuentas, finalizó diciendo que no estaba dispuesto a aguantar la “displicencia con la que se trata a la alcaldía”. La Cuenta General se aprobó por unanimidad de los presentes.