“Al menos no en Navidad” trata, en clave de comedia, de los problemas de los ancianos olvidados
“Al menos no en Navidad” trata, en clave de comedia, de los problemas de los ancianos olvidados
Entender cómo los ancianos, en las situaciones más dolorosas, cuando el paso del tiempo ha erosionado su cuerpo, ajado su rostro, reducido su vocabulario y dinamitado sus recuerdos, son capaces de sonreír y hacer reír, de ayudar a los demás y de mantener la ilusión es el tema de “Al menos no en Navidad”, la comedia que se representará este sábado a las 21 horas en el Gran Teatro.
Sofía y Encarna, las dos ancianas abandonadas en una residencia, son las dos caras de una misma moneda, distintas pero complementarias, dos maneras antagónicas de entender la vida: una mediante la ficcionaliización de la realidad y la otra gracias a una enorme capacidad de saborear el día a día, o para ser más precisos, el segundo a segundo. Amparo Soler Leal y Asunción Balaguer encarnan en el escenario los personajes de Sofía y Encarna respectivamente. El reparto se completa con Silvia Marty, en el papel de Yolanda y Arturo Delgado en el de Fernando.
El autor y director de la obra, Carles Alberola, señala que el origen de la misma fue la frase de una mujer que decía: “A los viejos no nos quiere nadie. Molestamos”, y añade que pensó que la afirmación era injusta e inexacta, pero que no podía olvidarla porque quien la había dicho era precisamente su madre.
Afirma Alberola que las preguntas se le acumulaban en la mente: “¿Por qué deja de interesarnos la gente mayor? ¿Por qué queremos apartarlos de nuestro lado una vez que dejamos de necesitarlos? ¿Por qué buscamos razones profesionales o económicas para justificar las pocas horas que pasamos a su lado?” La respuesta puede ser que tal vez lo hacemos para olvidarnos de que nosotros también nos haremos mayores.
Alberola indaga en el tormento que puede representar para una persona mayor la muerte de un hijo, pero también en la comprobación de que un hijo vivo no quiere saber nada de quien le dio la vida, llegando incluso a negar su existencia. Y a reglón seguido se pregunta cómo se las apaña la gente mayor para seguir sobreviviendo.
Las respuestas las da en clave de comedia. La puesta en escena comunica el aliento positivo, vital y divertido que habita en Sofía y Encarna. Amparo Soler Leal y Asunción Balaguer, pugnan en la obra por transmitir su esperanza en las nuevas generaciones y en un futuro que, aunque no sea más que un desierto plagado de tempestades, es lo único que tienen.