“Ágora” devuelve a la Plaza de la Constitución su funcionalidad y aspecto históricos

“Ágora” devuelve a la Plaza de la Constitución su funcionalidad y aspecto históricos

Las obras de reforma de la Plaza de la Constitución de Manzanares, que se harán con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local, se encuentran actualmente en fase de licitación por importe de 473.620 euros, sin IVA. Los trabajos tienen un plazo de ejecución de cuatro meses y seguirán el proyecto “Ágora” redactado por los arquitectos Diego Gallego y César Jiménez Almarcha, con el que la plaza recuperará su funcionalidad y aspecto históricos.

Infraestructuras, Obras y Urbanismo
05-02-2009

Las fotos de principios del Siglo XX muestran cómo la principal plaza de Manzanares presentaba un aspecto diáfano que permitía la convivencia ciudadana e incluso la celebración del mercado. Tras la Guerra Civil se ajardinó la parte central y se limitó su funcionalidad. Con la llegada de la Democracia se reformó, pero se mantuvieron el ajardinamiento y los distintos niveles. Ahora, en el siglo XXI, con la reforma que se acometerá durante este año, la Plaza de la Constitución volverá a quedar diáfana y a una misma altura con el fin de recuperar su carácter de “ágora”. Éste es precisamente el nombre el proyecto seleccionado por el Ayuntamiento, obra de los arquitectos Diego Gallego y César Jiménez Almarcha.

Toda la superficie de la plaza quedará al mismo nivel que los soportales, sin escalón alguno. El concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento planteó esta eliminación de barreras arquitectónicas y del ajardinamiento, así como su peatonalización, salvo en el eje que enlaza las calles Jesús del Perdón y Virgen del Carmen, que será semipeatonal y estará delimitado por bolardos.

El proyecto “Ágora” plantea un moderno sistema de suelo técnico basado en una plataforma central con losas de piedra caliza. Se trata de un pavimento flotante al mismo nivel y sin corrientes. Los desagües, canalizaciones y demás instalaciones irán por debajo y se podrá acceder a ellas levantando las losas, que tendrán un color parecido a las antiguas aceras de piedra de la calle Empedrada y que, según los arquitectos, entona bien con la iglesia de la Asunción.

El conjunto de la plaza será homogéneo. Las zonas semipeatonales llevarán un tratamiento de hormigón con coloración en tono óxido semejante al de la piedra caliza. La modulación de la plataforma central se hace con arreglo a las pilastras de los soportales, cuyo interior estará pavimentado con el mismo tipo de piedra, aunque sin necesidad de suelo técnico de evacuación de aguas. Por su parte, la zona frontal del pórtico de la Iglesia -que mantiene la verja- alternará la piedra caliza con franjas de madera tratada.

Los únicos elementos ornamentales que se respetarán de la actual plaza son las palmeras, con la destacada presencia de la whasigntonia de gran porte, un ejemplar único y de gran valor. Únicamente se trasplantarán al Parque del Polígono tres de las palmeras altas y dos pequeñas por cuestiones de funcionalidad y visibilidad, según los arquitectos. El concurso de contratación de las obras también contempla como mejora el traslado del monumento de la actual fuente a otro lugar de la población, aún por determinar.

Otro aspecto destacado del proyecto se refiere a la iluminación, que se hará desde la superficie. La parte central la tendrá bajo las palmeras para conseguir la reflexión con sus ramas y lograr un ambiente tenue y agradable. Por el contrario, al pie de los pilares de los soportales se iluminarán las fachadas circundantes, cuyo color blanco inundará de luz el conjunto.

En la nueva urbanización de la plaza no faltarán bancos ni una fuente situada ante la puerta del Ayuntamiento. Irá a nivel de pavimento y el agua se filtrará entre las juntas de la superficie, como ocurre con la fuente de la Estación de Autobuses. En verano creará un microclima agradable y en caso de requerir ese espacio para concentraciones ciudadanas u otros actos, basta con apagarla.

Todo el proyecto aboga por la sostenibilidad. Utiliza materiales de la zona y sin mantenimiento complicado. Además realzará la envoltura arquitectónica de la plaza y, según Gallego y Jiménez Almarcha, la pondrá en valor. Por afectar al entorno de la iglesia de la Asunción, declarada Bien de Interés Cultural, el proyecto obtuvo el visto bueno de la Comisión de Patrimonio y su desarrollo irá supervisado por un arqueólogo.