8 de marzo, un día señalado

Las mujeres podemos votar, participar en política, ocupar puestos de responsabilidad en grandes empresas, realizar estudios universitarios, conciliar la vida familiar y laboral. Las mujeres tenemos la libertad de decidir sobre nosotras mismas y sobre nuestro futuro, diseñar nuestro plan de vida, definir libremente nuestra trayectoria profesional y personal.

Qué bonita realidad con la que encontrarnos el domingo cuando nos levantemos para celebrar el Día Internacional de la Mujer, por ejemplo en Manzanares.

Muchas de las personas que nos rodean no le encuentran sentido a esta celebración. El Día de la Mujer les puede resultar incluso discriminatorio, preguntándose por qué no se celebra también el Día del Hombre.

La respuesta es clara y enormemente triste:

Las niñas y las mujeres somos violadas, agredidas, vilipendiadas. Muchas perderemos la vida al dar a luz a nuestro primer hijo, no podemos elegir a la persona con la que compartir el triste mañana que nos aguarda. No sabemos leer, no tenemos opciones, no tenemos futuro.

Somos mutiladas, maltratadas, vilmente asesinadas. Solo tenemos voz para llorar, pero son pocos los que nos escuchan.

Somos mercancía sin derechos, nuestra vida no vale nada, somos moneda de cambio, esclavas sexuales que aguardamos nuestra muerte para abandonar este sufrimiento que nos oprime.

Ésta es la dureza con la que amanecerán el mismo día 8 de marzo niñas, hijas, madres, MUJERES, en Somalia, Nigeria, Irak... y en mucho nosotros no podemos negar esa realidad.

Es tremenda la dureza de esta desigualdad entre países, pero ninguno hemos alcanzado la igualdad absoluta a pesar de que nuestra realidad sea infinitamente más amable.

Seguimos llorando víctimas de violencia de género cada año en España y seguimos sufriendo desigualdades injustas por el mero hecho de ser mujer.

Hasta que esto cambie, hasta que tanto dolor desaparezca para tantos seres humanos por haber cometido la "torpeza" de nacer mujer, no podremos eliminar este día de nuestro calendario.

Los avances de los que hoy disfrutamos y que son logros del esfuerzo común de hombres y mujeres, son lo que nos deben dar la fuerza, el empuje y la ilusión para continuar con esta transformación de nuestra sociedad. Y si algo debemos tener presente en este empeño es que en la EDUCACIÓN están los cimientos, y que cada uno de nosotros tenemos un papel responsable, importantísimo.

Padres, vuestros hijos son el futuro, educarlos en igualdad y respeto al ser humano, a la persona. Que compartir responsabilidades sea para ellos lo habitual, que no tengan ni que plantearse que pueda existir una diferencia por el hecho de ser hombre o mujer.

Vuestros hijos se miran en vosotros, vosotros sois sus modelos, y ellos son vuestro reflejo.

"Educamos en Valores, Valoramos la Igualdad", ésta debe ser nuestra máxima, y las mujeres a las que hoy distinguimos y homenajeamos lo saben: Manoli, Teresa y María José, lo sabéis.

Tres ejemplos de participación en la sociedad, de compromiso, de superación y de implicación.

Maria José, con su inconmensurable labor como educadora en los Institutos de Manzanares, es el futuro, la responsable de que Manzanares tenga los índices de absentismo escolar en un 3% frente al 9% de media de Castilla-La Mancha. Una mujer implicada, con VOCACIÓN, que se ha convertido en un referente y un punto de apoyo indispensable para muchos alumnos y sus familias.

Nuestra querida Manoli Carrión es un claro ejemplo de superación. Manoli es nuestro presente. Una mujer inteligente y luchadora. La prueba viva de que no hay límites para una Mujer decidida, que sabe lo que quiere. Un ejemplo de entrega a los demás, de coraje, de trabajo continuo. Un referente para todos los que integramos el Consejo Municipal de la Discapacidad y para todos los que la conocen.

Teresa es la trayectoria de una MUJER que descubre desde muy joven la responsabilidad de sacar adelante una familia. La primera mujer que formó parte del Consejo de Mayores, una persona generosa y participativa que ha sabido aprender y enseñar entregando siempre lo mejor de sí misma.

Con vosotras tres como ejemplo y reflejo de nuestro presente y de lo que debe ser nuestro futuro, celebramos el Día Internacional de la Mujer, mostramos nuestro rechazo rotundo a la dureza que se vive en otros lugares del mundo y a nuestras propias desigualdades, mirando adelante, con esperanza en las generaciones venideras que hoy EDUCAMOS en Igualdad.

Enhorabuena a las premiadas.