Transcripción original de la mesa redonda EL ORIGEN DE MANZANARES. ¿CABALLEROS O PASTORES?, ofrecida en las II Jornadas Medievales de Manzanares. Por don Juan Ramón Romero Fernández-Pacheco, Archivero del Estado, director del Departamento de Conservación de Documentos del Archivo Histórico Nacional en Madrid
De unos años a esta parte estoy observando una circunstancia que yo siempre había echado de menos en mi pueblo y era el orgullo, el orgullo de pertenecer a la tierra en la que se ha nacido. Y es por ello que todas estas iniciativas que tengan como objeto hacer renacer, resaltar esos orígenes, ese pasado común sobre el que hemos construido lo que hoy tenemos, tendrán siempre mi apoyo, mi gratitud y mi colaboración.
Dicho esto y entrando ya en materia, yo nací muy cerca de aquí, en la calle Pizarro nº 2 y me crié en la calle de San Blás nº 5, o sea que del entorno geohistórico sí que tengo algunas nociones al menos por nacimiento; pues bien, hace unas fechas mis vecinos me pidieron o me sugirieron o yo cogí de una conversación con alguno de ellos que debíamos intentar en estas I Jornadas sobre Manzanares Medieval delimitar las certidumbres y las incertidumbres, es decir, plantearnos qué podemos demostrar y qué no podemos demostrar sobre ese Manzanares Medieval, porque como siempre en estas cuestiones de la historia local cabe el peligro de sucumbir ante el ídolo de los orígenes y pensar que venimos todos de la pata de los godos como se suele decir.
Otro problema recurrente con la historia local y que es casi un problema digamos justificable, de niñez, como cuando un niño quiere aprender demasiado deprisa, es decir, queremos ser importantes demasiado deprisa y la historia hay que conocerla, hay que hacerla y la hemos hecho nosotros generación tras generación con el paso de los años y de los ocho siglos que haremos pronto. Por eso pensar que el Manzanares Medieval ya era muy importante puede llevar a confusiones, por lo tanto de lo que yo quisiera hablar esta tarde es de esas certidumbres documentadas.
Comencemos con una fecha que todos deberíamos conocer y es 1158, enero 6. Ese día se emite un documento en la villa de Almazán; y vosotros diréis ¿y por qué hemos de conocer esa fecha si hemos asumido siempre que Manzanares era del XIII?; sí de acuerdo, pero nosotros también somos personas antes de nacer, tenemos unos padres, por lo tanto Manzanares tiene unos padres, y esos padres hay que buscarlos en esa fechas simbólica y en ese documento simbólico que custodiamos en el Archivo Histórico Nacional. Este pergamino contiene la donación al abad de Fitero del Castillo de Calatrava; durante el siglo XII nuestra tierra es zona de frontera, estamos ubicados en la trasierra castellana, que llamamos los historiadores, o también la extremadura castellana es el espacio geográfico o geohistorico que hay entre el Sistema Central y Despeñaperros. Es decir, del mismo modo que la extremadura leonesa es la actual Extremadura, nosotros seriamos la Extremadura castellana. La donación a que aludo se hizo para defender el territorio recientemente ocupado por las huestes castellanas expulsando a los musulmanes hacia el sur. Esta fecha es, por tanto, esencial porque en ese instante se definió el formato señorial o plantilla institucional que se iba a aplicar en nuestro territorio para ocuparlo, para organizarlo; nosotros solemos llamar a este proceso organización social de espacio, y fue esta plantilla de organización la que determinó el nacimiento aún no producido de nuestro Manzanares Medieval.
Pues bien, en 1158 el abad de Fitero don Raimundo, que es un monje cisterciense de Navarra, recibió de Sancho III la fortaleza musulmana de Calatrava, para defender y poblar en territorio circundante. Esta sería, por lo tanto, nuestra primera gran referencia documental veraz y nacimos como consecuencia de esta expansión hacia el sur del mundo cristiano contra el mundo musulmán.
El por qué de Manzanares, es la siguiente pregunta que yo me quisiera hacer, que es al fin y al cabo le motivo de esta disertación:
- ¿Somos frontera?
- ¿Somos encrucijada?
- ¿Somos consecuencia de una actuación geopolítica?
- ¿Somos consecuencia de una actuación económica, buscando pastos, tierra o agua?
Pues esta sería una primera pregunta con múltiple enunciado a responder.
La tradición oral siempre ha establecido el concepto de encrucijada para nuestra puebla medieval, Manzanares como cruce de caminos. Al respecto, yo creo que en el origen de Manzanares, y aquí no hay prueba documental que lo demuestre, en este siglo XIII lo de encrucijada hay que dejarlo un poco aparcado, no es del todo cierto que Manzanares sea encrucijada de caminos en el siglo XIII. La circulación norte-sur en la Edad Media es predominante y también lo fue por lo que a nuestro territorio respecta pero esos circuitos norte-sur medievales básicamente no pasaban por Manzanares. La ruta era Madrid, Toledo, Calatrava (Alarcos-Ciudad Real), Córdoba y Sevilla. Es decir, esa ruta norte sur medieval no era la actual Nacional IV y tampoco la Cañada Real; si nos atravesaba una vía importante aunque de segundo nivel que Toledo-Andújar. Manzanares además era paso de una vía de comunicación trasversal oeste-este de origen romano que comunicaba Mérida con el Mediterráneo y que todavía existe como N430. Concluyo este argumento afirmando que el origen de Manzanares no es tanto de encrucijada como lo llegará a ser en el futuro. ¿Somos entonces consecuencia de la frontera?; bueno hemos dicho que en el siglo XII, efectivamente este territorio fue frontera, pero avanzado el siglo XIII cuando Manzanares surge, la frontera está muy lejos, está en Córdoba y acercándose a Sevilla, en las Navas de Tolosa establecieron un punto de no retorno al poblamiento musulmán; no somos por tanto consecuencia de un acto fronterizo. Por tanto, yo me decantaría más bien porque el nacimiento de la villa de Manzanares está en relación directa con la organización social del territorio que la orden de Calatrava introdujo, es decir nuestro origen hay que ponerlo en relación con un acto geopolítico o de un acto socioeconómico, yo apostaría por estas razones de nuestro origen la Orden de Calatrava en estos momentos. En este sentido seríamos más agricultores y pastores que caballeros.
La segunda fecha que debemos rememorar en nuestra historia los manzanareños o manzagatos que a mí nunca me importó este gentilicio, es 1217. Aunque no conservamos el documento original si disponemos de la copia auténtica de un diploma en pergamino del rey Enrique I a favor del conde don Alvaro que forma parte del Tumbo Menor de Castilla de la orden de Santiago. Este documento establecía las lindes del territorio de Alhambra siendo los hitos que me interesa recordar que dicha linde venía de la Mesnera hasta Argamansellam de Pilas Bonas cum campo del Tocón. Y esto de Pilas Bonas ya nos empieza a sonar en relación con el origen de Manzanares aunque en la fecha de este documento es un hito del territorio de Santiago.
La siguiente fecha que quiero rememorar es 1239, septiembre, 4. En el lugar de Membrilla, nuestros controvertidos vecinos durante siglos, y junto al castillo antes citado de El Tocón, se firmó un pacto entre las órdenes militares de Calatrava y de Santiago; y por ese pacto se estableció la frontera de los territorios de ambas órdenes militares y como consecuencia de este pacto, en mi opinión, se suscitó en la orden de Calatrava la imperiosa necesidad geopolítica de poner frente al Castillo de Alhambra, La Solana y el Tocón una casa fuerte y una encomienda que establezcan ocupación, gobierno, posición y límites. Y ése es el sentido de Manzanares, el primer sentido que yo le encuentro al origen de Manzanares, una decisión geopolítica de la orden militar de Calatrava para defenderse de las ambiciones territoriales de la poderosísima orden militar de Santiago.
Y luego como segundo argumento para explicar nuestro origen, están las razones económicas. ¿No sé si conocen el Campo de Calatrava? Bien, el Campo de Calatrava no es muy grande si lo comparamos con el Campo de Montiel, y por ello está necesitado de tierras; el paisaje en aquella época aquí no era nada parecido al que tenemos, ni siquiera el clima, probablemente era más húmedo. ¿Saben cómo era nuestro territorio?; Ustedes conocen Siles, verdad, y conocen Madara, yo me atrevería apostar por Madara más que por Siles, es decir nuestro paisaje histórico era como hoy es Madara, una sucesión de encinas y chaparros constante, más o menos alterada, formando islas secuenciadas por terrenos muy dados al pastoreo, algo más pedregoso al sur del río en lo que hoy conocemos como Campillo y con más fondo al norte en lo que conocemos como Mancha. Pero el territorio de Manzanares tenía algo más y en mi opinión esto debió pesar a la hora de fundar el lugar; tenía una vega, La Vega, mucho más ancha y fértil que el que vamos a encontrar más abajo del Azuer, más hacia del Guadiana; y tenía agua no solo en la vega del río sino algo más arriba de sus altozanos o alcores. Es decir, Manzanares, por lo que a las razones económicas de su origen respecta, nace por sus pastos, su tierra ancha, fértil y por su agua.
Por las razones antedichas la orden militar decidió, a partir de 1239, y no sabríamos fijar la fecha exacta, ubicar su hito, ¿y su hito cual va a ser?, la encomienda para señorear su territorio, la casa fuerte para protegerlo y la villa para ocuparlo.
La construcción del Castillo (recordad que siempre que digamos castillo nos referimos a una casa fuerte de encomienda porque sus funciones no son solo militares, y me atrevería a decir que en este sentido son secundarias porque su función primaria es económica) no se hizo en un año, ni siquiera en una década. Sabemos que está construido y cumpliendo sus funciones en el último tercio del siglo XIII, y lo sabemos porque ya tenemos el nombre del primer Comendador, es decir el Castillo se construye entre 1239 y 1275.
El poblamiento del territorio de la encomienda de Manzanareas, aquel con el que vamos a nutrir el nuevo núcleo que ha surgido aquí en torno al castillo va a proceder de una agrupación de lugares dispersos situados en el entorno. Es decir, Manzanares no es una tierra despoblada del Campo de Calatrava y, por tanto, no es una puebla nueva que tenga que atraer poblamiento, sino una agrupación de un poblamiento disperso. En mi opinión hay tres núcleos que van a formar Manzanares; uno es Moratalaz, es muy importante defender la vinculación Manzanares-Moratalaz. Moratalaz como seguramente saben es el Torreón; éste es un asentamiento probablemente de la edad de bronce que es igual que todas las motillas que van a existir por las márgenes del Azuer hasta llegar a su desembocadura en el Guadiana. Moratalaz es una de ellas y aunque mantuvo lugareños hasta el siglo XV, buena parte de ellos formaron el poblamiento de Manzanares.
¿De dónde viene la otra parte?, en mi opinión, en el documento citado de 1239 se cita un topónimo cuando pone los hitos para separar Calatrava de Santiago, habla de un tocón que se dice Argamasilla y que está sobre la Membrilla (recordad que también se dita en 1217 Argamasilla de Pilas Bonas). Corchado sitúa dicho poblamiento en el Molino de Santa Ana, que ustedes conocen bien; yo con todos los respetos creo que se equivoca, lo primero porque en el entorno del Molino de Santa Ana que yo he recorrido hace ya algunos años sí que hay testimonios de poblamientos pero son más bien tardo romanos, hay lo que llamamos cerámica sigilata repartida por la vega en pequeños trozos y lo segundo porque la topografía del molino de Santa Ana es discordante con lo habitual en la secuencia de poblamientos del Azuer que era ubicar los núcleos de habitat en altozanos. Yo me atrevería a decir que siguiendo la línea del los tocones o hitos que se citan tanto este documento como en el anterior de 1217 me atrevería a decir que Argamasilla de Pilas Bonas está cercano al Cerro del Moro, lugar que muchos de los aquí presentes hemos visto incluso habitado; son las Cuevas y si pudiéramos rastrear ese Cerro del Moro probablemente encontraríamos ese otro núcleo sobre el que se fundamenta el poblamiento de la Encomienda de Manzanares, Argamasiella de Pilas Bonas.
¿Y el tercero núcleo? Pues, surge aquí, entorno a la encomienda; lógicamente si plantamos un Castillo para posicionar Calatrava frente a Santiago lo que hacemos es poblarlo y lógicamente también la casa fuerte de la encomienda y todo lo que hay en su derredor atrajeron a vecinos dispersos en las inmediaciones. El peculiar sistema de ocupación social que representaba la encomienda permitía convivir el concepto de señorío feudal con el concepto de comunidad de tierra y villa cuyos vecinos fueron en aumento por concentración del poblamiento disperso. Este fenómeno de concentración de hábitat y del de poblamiento es muy conocido por los medievalistas y se produjo durante el siglo XIV.
Por tanto, Manzanares empezó a tomar fuerza en esta centuria y nuestros antepasados se dedicaron principalmente a las dehesas y la gran dehesa de nuestro territorio se llamaba Matamediana, era inmensa y enlazaba con la de Aberturas, es decir, nacimos probablemente pastores y vinieron los caballeros de la encomienda a defender la posición geopolítica de Calatrava; y además somos agricultores porque tenemos agua y tenemos tierra. El Campillo es Matamediana, es decir la dehesa; La Mancha también excepto lo que está en torno al núcleo de la Encomienda que es fértil, muy fértil y tiene agua o tenía agua a unos 5 o 10 metros de profundidad. Luego pues tenemos ya los tres componentes de ese origen de Manzanares Medieval.
Sigamos. Otra de las certezas que podemos comentar sobre el origen de Manzanares Medieval está en torno a otra fecha, vamos a saltar un siglo casi, que es 1352. Fíjense ustedes en 1352, también en septiembre, un día 2, y el documento se hizo en Manzanares. El documento confirma que ya tenemos recinto urbano, es decir, somos concejo, lo dice claramente; nacimos encomienda un siglo antes, pero en 1352 somos además villa, más que villa todavía somos lugar, no nos precipitemos. Y ¿Qué significa ser lugar, que es más que aldea? pues tener una plantilla institucional, estar ubicados en el espacio con formas institucionalmente estables, civiles y religiosas.
Los habitantes de Manzanares, nuestros antepasados, ya sabían que pertenecían a un entorno urbano, más o menos urbanizado y tenían identidad. Y en ese mismo documento de 1352, que como todos los anteriores conservamos en el Archivo Histórico Nacional (en copia porque a todo esto, el único documento original en el que se escribe la palabra Manzanares todavía no ha nacido) ya se habla de muralla; precisamente el documento tiene como objeto solicitar al Maestre de Calatrava autorización para construir muralla, cuyo recinto no era chico en 1352. Fíjense en la imagen: el trazado de las calles Esperanza, Iglesia, Hoz, Santa Cruz, Pizarro y enlazamos de nuevo con el inicio de Esperanza, nos dibuja perfectamente el circuito de la muralla medieval. Vean el detalle de la calle Esperanza, la curva que va a la calle de la Iglesia, el siguiente recodo en la calle de la Hoz, y lo único que no tenemos claro es el cierre de la muralla en el paramento que da a la Casa de la Encomienda, la Encomienda es el Castillo, por donde cerraba, porque no está tan claro como las otras. No obstante, para resolver la incógnita yo creo que hay dos puntos bastantes significativos, que es el recodo de la Plaza Santa Cruz en dirección a la calle del Carmen y frente al Palacio del Marqués de las Salinas, ahí había un remetido semicircular que ahora ha desaparecido y que yo creo podría ser una entrada o una puerta porque la calle del Carmen es el eje que comunica el recinto urbano con la Encomienda.
La vías de comunicación principales que llegaban a Manzanares, la más importante la vinculaba con el centro administrativo de la orden de Calatrava, hoy la conocemos como camino de Daimiel y entraba en nuestra ciudad por el oeste. Por el norte el camino de Toledo que probablemente enlazaba con la calle Villarreal buscando la Encomienda. Viene a colación explicar el tema de la Cañada Real que en estas fechas del siglo XIV y anteriores probablemente no pasaba por Manzanares, y por eso no era encrucijada. La Cañada Medieval yo creo que pasaba por Moratalaz; los que conozcan el campo sabrán que hay un sitio que se llama el Carretón donde todavía aún se encuentra alguna seta; llegando a la Venta, al norte del término, la Soriana se desviaba e iba buscando Moratalaz quizás así sucediera hasta finales del siglo XV cuando se debió rectificar el curso buscado la ciudad, la ciudad ya entonces más importante del territorio que es Manzanares porque Moratalaz se diluye en torno a 1352 aproximadamente.
Concluyamos, por tanto, que en ese año de 1352 ya tenemos ciudad, tenemos concejo, tenemos urbanización y tenemos Encomienda. Las relaciones entre Encomienda y ciudad no siempre fueron fáciles, no sólo en Manzanares, sino en todos los territorios de órdenes militares. Para saber cómo era la relación medieval Concejo-Encomienda no tenemos documentos que nos apoyen pero como historiador y archivero creo que es lícito recoger documentos algo más posteriores a la fecha que nos permitan explicar esa relación; hay un documento en el Archivo Histórico Nacional del año 1563 tremendamente interesante que dilucida el pleito entre esas entidades y los testigos hablan de tiempo inmemorial a esa parte por lo cual nos situamos en el siglo XV; los conflictos eran sobre todo jurisdiccionales.
Continuemos. La siguiente fecha importante con refrendo documental que debemos conocer es 1420. En 1420 tenemos la primera visita conservada a la encomienda y es el primer documento original en el que se escribe la palabra Manzanares, no antes, recordad antes son copias. En 1420 también tenemos la primera descripción que se va hacer del Castillo y es muy curioso porque entre las propiedades del Comendador está Moratalaz e insta a que por favor, que sabemos que la propietaria, curioso también, es una mujer la propietaria de la encomienda de Manzanares en 1420, no es un hombre, es una mujer la que ostenta las rentas, no el título, sí la rentas y se habla, se describe el Castillo y se describe Moratalaz, el Torreón, que dice que los pastores son muy dejados, siempre tienen la puerta abierta y se les está cayendo el tejado. Por tanto, en 1420 tenemos el primer documento original en el que aparece el nombre de Manzanares y la descripción completa del Castillo de Manzanares.
El siguiente documento que quiero comentaros y que conservamos en el Archivo Histórico Nacional se redactó hacia 1490; las órdenes Militares se van a organizar de otra manera. Durante toda la época medieval había un Maestre, había un Sacroconvento que estuvo en Calatrava la Nueva y después en Almagro y el formato era como el de un señorío más feudal. Pero a partir del siglo XVI aparece una institución nueva que conocemos como Consejo de las Órdenes Militares, está más centralizado el poder, los maestres han perdido su posición a favor del Rey; el Rey es el dueño de la Órdenes Militares, por llamarlo de algún modo; y surge una nueva forma de organización cuyo vértice es Consejo de las Ordenes. Y este cambio va a ser muy importante para los que quieran estudiar la historia de Manzanares en los siglos siguientes porque, del mismo modo que el archivo medieval de Calatrava ha llegado muy incompleto el del Consejo de las Órdenes Militares tiene miles de documentos sobre Manzanares y todos conservados en el Archivo Histórico Nacional. Entre esos documentos ya de finales del XV y comienzos del siglo siguiente podremos encontrar soluciones a muchos de los problemas históricos que aún tenemos; por ejemplo el de la plantilla de las parroquias y ermitas de Manzanares sobre la que hay una vieja polémica que saldar ¿no?, dónde estaba la iglesia vieja, la parroquia vieja de Manzanares, teorías las hay para todos los gustos, en los documentos encontraremos la solución pero dejémosla aparcada para ir finalización esta disertación.
Quiero decir que en esas fechas Manzanares Medieval, ya ha dejado de ser un niño, ya empieza su juventud, su desarrollo fundamental y es a partir de ahora cuando ese Manzanares importante del que siempre hablamos va a nacer o va a desarrollarse. Fíjense que a principios del siglo XVI la encomienda de Manzanares sólo por sus impuestos está valorada en 2.000.000 de maravedíes. El Comendador que nombra el Rey a principios del siglo XVI es Fernández de Córdoba familia del Gran Capitán, marqués de Priego. La más alta aristocracia rentista cree que nuestra encomienda es muy valiosa por la riqueza de sus rentas. Entonces Manzanares Medieval no es una villa más, es una de las encomienda más codiciadas de la Orden de Calatrava, tiene mucha importancia económica pero también estratégica. A partir de aquí nos queda toda una historia por construir y afortunadamente está muy documentada en el Archivo Histórico Nacional y a mí, a un manzanareño más, me corresponde conservársela de lo cual me siento muy orgulloso.